¿Te ha pasado alguna vez que no sabías los pasos que ibas a seguir a continuación, viviendo lo que se dice un compás de espera?
Solo tenías esa sensación de que pronto iba a clarificarse lo que estabas esperando, motivada por el deseo de saber qué iba a suceder en tu vida a continuación.
Por ejemplo, muchas veces se observa que el tiempo es relativamente corto o largo cuando se ha sembrado algunas semillas de plantas y se espera ese mágico momento en el que broten. Siempre se ha dicho que hay un óptimo instante para la siembra y otro para la cosecha. Localizar cuándo, es todo un conocimiento ancestral que es preciso retomar y comprender.
Recuerdo también que los antiguos yoguis se dedicaban a la observación y contemplación del mundo animal y en general de la naturaleza y así, conseguían esa información tan valiosa, como lo muestra la gran variedad de asanas o posturas de yoga basadas en el movimiento de los animales.
La claridad mental es una excelente cualidad que se consigue generando un espacio consciente de calma, serenidad y equilibrio, como el que te ofrece la realización de una adecuada meditación.
Así obtenemos una tierra fértil para poder sembrar nuestros objetivos y avanzar en nuestras amorosas dedicaciones.
Como una completa receta digna de un rey, a la claridad mental le sigue algo muy importante, que te puedes imaginar y es, la permanencia en un estado amoroso consciente, es decir, mantener tu vibración energética lo suficientemente elevada para conseguir todo lo que te propongas. Mantener este estado conlleva una continua valoración del mismo, momento a momento, sintiendo lo que se llama la experiencia del momento presente, tan rico en sutilezas si se pone una notable atención.
Un detalle relevante es que cuando tienes claridad mental o de pensamiento, es imprescindible enfocarse, concentrarse en una intención concisa o precisa.
Hay demasiadas evidencias, estudios y publicaciones que avalan el poder del pensamiento. Este aparente mágico poder que se demuestra con la lógica del sentido común, cuan verdadero es.
Esto ofrece una gran variedad de experimentos que te invito a realizar. Puedes empezar por pequeñas cosas como encontrar aparcamiento para tu coche o ponerte en contacto telepáticamente con alguna persona.
Habíamos empezado hablando de la claridad mental, del foco de atención, del mantenimiento de un estado amoroso, y del poder de la intención y concentración. Siguiendo la línea de esta gloriosa manifestación, diría que la receta está al completo, únicamente resaltaría un detalle; la confianza. Sí, y con ella, la fluidez como la que expresa un río en su movimiento natural. Más no podemos olvidar la guinda del pastel, la gratitud, ese reconocimiento auténtico y tan valorado por todos aquellos que han despertado a la penetrante energía que llamamos Vida. (Continuará….).
Carmen
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