Estamos expuestos a pensamientos y sustancias tóxicas, aunque también nos exponemos a cosas alegres y bonitas muchas veces no reconocidas a tiempo. Cualquier persona tiene su propia forma de capear estos temporales y utiliza sus estrategias para conseguir estar en equilibrio. Algunos lo consiguen a través del deporte, otros con la alimentación, tomar el sol y dar paseos, charlar con los amigos, otros lo obtienen desconectándose de informaciones de dudosa certeza y guiándose por el sentido común.
Me parece que un poquito de todo es lo ideal.
A día de hoy me he dado cuenta que creía que lo estaba haciendo lo mejor posible, solo a través de este "constipado cañero" que tengo ahora, reconozco que me he quedado en puertas de la verdadera transformación que supone una experiencia del calibre que estamos viviendo todas las personas.
La clave está en la adaptación, en una fluidez de energías y en la ecuanimidad, que es todo un arte.
Tengo la suerte de pertenecer a una familia que aunque no estemos de acuerdo en todo, si damos la cara cuando hace falta darla, y estamos ahí para lo que necesitemos desde “un comprar cosas necesarias” a un “apoyo emocional único”.
Cuánto quiero a mi familia y a mis amigos, cuánto quiero a las personas en general, luchadores y con principios, cariñosas y adaptativas, sean como sean, porque todos somos iguales, somos semillas de luz.
¡Qué grandes somos los seres humanos!, aunque tengamos muchos defectos, también tenemos muchas virtudes, y vivimos esta experiencia de vida para desarrollarlas y llegar a la mejor versión de nosotros mismos.
Desde mi corazón, solo quiero transmitir lo importante de la alegría de vivir, que nadie te la robe, solo deseo la paz en todos y cada uno de nosotros, solo quiero un mundo maravilloso para nuestras familias y descendientes. Aceptemos nuestros errores y no contagiemos a los demás de los mismos.
Es hora de limpiar, de desintoxicar, es hora de soltar lastre, para obtener una nueva y más alta vibración de luz y amor.
¿Amigos, estáis preparados para ello?
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