Esta entrada es una invitación a utilizar nuestra fuerza mental y espiritual, a través del enfoque, de la intención junto a la claridad mental para conseguir un mundo repleto de paz, armonía, bienestar y salud.
Cada vez estoy más convencida del poder que tenemos los seres humanos, la historia está repleta de anécdotas. En estos días me dedico a ver películas agradables, alegres, familiares, enfocando mi visión al cariño que le transmito a mi familia y ellos a mí. Me enfoco en ser bondadosa y en sembrar semillas de amor en mi entorno inmediato y visualizando a todo el mundo también. Para ello es necesario conseguir ese lugar de neutralidad, de centramiento que se consigue respirando conscientemente y poniendo la atención en el corazón. Ahí tenemos un gran campo electromagnético que mueve toda la energía amorosa que somos capaces de dar y de recibir.
Todas las personas que estamos practicando algún tipo de meditación estamos acostumbrados a ello, se trata pues de ponerlo en práctica con más ahínco e invitar a los demás a hacerlo también.
Es muy importante evitar todo tipo de juicios, quejas o culpas. Sobre todo evitar la incertidumbre y el miedo, eso se consigue con dosis continuas de amor.
Conseguir una atención plena, filtrando desde nuestro sentido común, todas las informaciones que nos lleguen, algunas de ellas inquietantes y otras más esperanzadoras.
Permitamos vivir la ola de emociones que van llegando y visualicemos ese lugar sagrado, confortable y totalmente seguro que todos tenemos en el interior de nuestro Ser.
Sabemos también que estamos muy cuidados y protegidos por nuestros guías y seres de luz, a los cuales les agradezco diariamente su compañía.
Es el momento de vivir desde el recipiente que somos de amor, sabiduría interna y poder expresado en nuestra fuerza de voluntad. Sumemos nuestras fuerzas con franqueza y solidaridad.
Tu puedes, todos podemos.
Y recordad las frases tan potentes que nos dan los maestros espirituales:
Yo Soy Amor, Yo soy Calma y Paz, Yo Soy Luz y Sabiduría, Yo Soy Poder y Voluntad, todo mi entorno también y todo el mundo también.
Gracias a todos.
Carmen R.A.
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